Con la elegancia que la caracteriza desde siempre, ella se destaca como conductora en la primera edición de N10.
Con la cuota justa de simpatía y entusiasmo, Vale logró conquistar a la audiencia de nuestra provincia desde sus inicios en los medios de comunicación.
Aprendiz de su abuelo y gran observadora de su forma de hacer periodismo, Vale tiene algo de su impronta y lo honra desempeñándose como una comunicadora instruida, responsable y comprometida con la verdad.
“Cuando terminé la secundaria, estaba convencida que quería hacer una licenciatura. Me encantaba Turismo, pero sólo había una tecnicatura en ese momento, así que rápidamente me decidí por Comunicaciones. Desde el principio, me gustó mucho la tele”, recuerda Vale.
Alumna destacada, terminó la carrera en tres años y medio y en cuestión de muy poco tiempo, Vale ganó terreno y se hizo un lugar en el mundo mediático.
Después de haber estado 9 años en la pantalla de Cable Express, cerró el ciclo y abrió la puerta del 10.
“De un momento a otro, recibí la llamada de Pato Wierna quien me ofreció la posibilidad de trabajar en el noticiero. Llegué hace 4 años y no me fui más”, cuenta risueña.
Vale celebra ser parte de un medio independiente y con una libertad única, casi inédita en otros canales salteños. Siente que a través de su profesión puede contribuir de alguna manera con las personas que están en una situación de vulnerabilidad, dar visibilidad a sus problemáticas y ser nexo para llegar a las autoridades y entidades involucradas.
“Tenemos buen diálogo, siempre tratamos de mejorar, cuando hacemos las cosas bien nos felicitamos, lo reconocemos. Hay mucho respeto, eso hace que todo fluya y que sigamos en este mismo camino”, dice Vale para finalizar.
Ella es parte de nuestra familia televisiva, pero también de todas las familias salteñas. Indudablemente, su receta para el éxito incluye carisma y dulzura.