Desde hace 7 años, ella camina junto a la delegación de la Quebrada del Toro.
Después de recorrer más de 160 kilómetros durante 5 días, finalmente llegó a los pies del Señor y la Virgen del Milagro junto a los peregrinos de todos los parajes y comunidades ubicadas en los cerros de Rosario de Lerma.
Con la bendición del padre Chifri y en una de las muestras de fe más grandes hacia los santos patronos, un grupo partió desde Finca El Toro el domingo 10 de septiembre a las 3:30 de la madrugada y con – 6º de temperatura.
“Más allá de los obstáculos climáticos, también te enfrentás a otros desafíos como el cansancio, el dolor de pies y la angustia por tu familia porque no hay señal en el camino así que no te podés comunicar. Recién al cuarto día, cuando estás en Quijano agarrás internet para mandar un mensaje”, cuenta Maki.
Quizá la parte más emocionante de este caminar es el encuentro entre peregrinaciones que coinciden en ciertas partes del camino y se vuelven multitudinarias. “Es como siempre quiso el padre Chifri, que las comunidades caminen juntas”, afirma Maki.
Quienes peregrinan aseguran que es una experiencia única en la vida y que lo volverían a hacer mil veces. Es inevitable conectar con las vidas y las historias que se van acompañando durante estos días de reflexión.
“Me hice muchos amigos en estos años de Milagro así que esperamos con ansias este momento para re encontrarnos en la fe. También me hice muy cercana a mis compañeras de carpa, nos unimos tres generaciones de 70,55 y 24 años”, agrega.
Otro momento cúlmine es la llegada a la catedral donde el aire se inunda de lágrimas, aplausos, cánticos y agradecimientos.
¡Qué orgullo nuestra conductora peregrina! ¡Felicidades siempre, Maki! Acá les compartimos un resumen que sigue tus pasos.