En una final vibrante disputada en el Allianz Arena de Múnich, Portugal se impuso 5-4 en la tanda de penales ante España, tras igualar 2-2 en los 120 minutos de juego. El arquero Diogo Costa fue la gran figura al detener el disparo final de Álvaro Morata. Con este triunfo, el conjunto luso conquistó su segunda Nations League, sumándose a la obtenida en 2019.

El partido fue cambiante desde el inicio. España abrió el marcador con un gol de Zubimendi a los 20 minutos, pero Portugal reaccionó rápidamente y Nuno Mendes empató de cabeza. Antes del descanso, Oyarzabal volvió a poner en ventaja a la Roja, aunque Cristiano Ronaldo igualó nuevamente en el segundo tiempo con una definición precisa dentro del área.

Ya en el alargue, las ocasiones claras disminuyeron y el cansancio se hizo notar en ambos equipos. Ronaldo, visiblemente dolorido, pidió el cambio y fue reemplazado por Gonçalo Ramos. La definición por penales era inevitable y Portugal no falló ninguno de sus tiros.

El remate fallido de Morata y la atajada de Diogo Costa sentenciaron el título para Portugal. Con este logro, el equipo dirigido por Roberto Martínez suma su tercer gran trofeo internacional tras la Eurocopa 2016 y la Nations League 2019.